

Elena Rivas de Quirós
Elena es alegre y divertida, pero muy impaciente y controladora. Le gusta tenerlo todo bajo control y eso añadido a su carácter directo hace que no caiga bien a todo el mundo.
Ficha de alumna
Nombre: Elena
Apellidos: Rivas de Quirós
Año de ingreso en el centro: 2015
Edad: 16
Fecha de nacimiento: 20/02/03
Nombre del padre: Carlos Rivas Álvarez
Profesión: Charcutero
Nombre de la madre: Ana de Quirós García
Profesión: Profesora de primaria
Número de hermanos: 0
Otros miembros del hogar familiar: 0
Datos médicos y/o psicológicos: Tiene miopía y alergia a los frutos secos.
Observaciones: Tiende a ser controladora para que las cosas salgan bien (suele ser quien organiza quién hace qué en los trabajos en grupo). Tiene poca paciencia.
Es aficionada a la natación y al baloncesto.
Historia
¿¡Tan difícil es hacer las cosas bien!? Vamos a ver. ¡No es tan complicado! Si lo lógico es hacer las cosas de una manera, ¿por qué hacerlas de otra? Es por estas cosas que a veces no soporto a la gente, me sulfuran. Sobre todo cuando hay que hacer trabajos en grupo y me toca organizarlo, repasarlo y a veces rehacer lo que mis compañeros ven como «aceptable». Vamos a ver alma de cántaro, los textos se justifican y se les pone sangría, hasta un niño de primaria lo sabe.
Pues bueno, por querer hacer las cosas bien, por no dejarlo para el último momento y por regañar a mis compañeros cuando hacen una chapuza, ahora tengo fama de tiquismiquis. Sobre todo por culpa de la estúpida de Cecilia, no la soporto… Siempre que puede, humilla a los demás; la muy estúpida se cree superior al resto solo por vestir de marca. ¡Vete a cagar! Menos mal que existe Rocío, mi mejor amiga. Aunque no entienda cómo ni por qué se lleva bien con Cecilia, al menos parece entenderme cuando le cuento cómo ha intentado molestarme.
Las dos coincidimos en natación hace unos años y supongo que por eso nos hicimos amigas, aunque ella se desapuntase a los pocos meses. Y desde entonces es mi confidente y la persona en la que más confío… junto con Gabriel. A él le conocí en el colegio y es mi primer amor —y el único—. A veces jugábamos y nos llevamos muy bien cuando nos sentaron juntos en sexto. Puede que ahora en el instituto, aunque vayamos a la misma clase, no seamos tan cercanos, pero sé que puedo hablar con él o preguntarle sin que me haga ascos o me ponga caras raras. Es un chico majísimo al que ojalá pudiese declararme. Si no fuese por el miedo que me da que me diga que no…
Cuando iba al cole, era todo un terremoto. No me centraba, me aburría el colegio y mis profesores estaban tan hartos como mis padres. Quizá fuese mi evolución natural el terminar siendo todo lo contrario, pero yo creo fervientemente que si pude cambiar y ser más seria, fue gracias a él. Una vez le invité a mi cumpleaños y me regaló una planta. ¡Sí, una planta! No sé quien regala plantas, pero él lo hizo. Yo no lo tomé en serio, la desatendí y como es evidente, terminó muriendo. No pensé que fuese a tener importancia, pero cuando se lo conté se puso a llorar con lágrimas de cocodrilo. ¡De verdad! Lloró tan fuerte que no supe cómo reaccionar, así que al final le prometí que compraría otra y la cuidaría muy bien. ¡Y de verdad que creo que cuidar de esa planta me ayudó a ser más tranquila! Más seria, más responsable… y la verdad, realmente no sé si ese cambio ha sido tanto para bien. Casi ni hablamos, media clase no quiere hacer grupo conmigo y hasta mi madre se enfada cuando la hablo sobre organizarse mejor. Quizá si hubiese seguido siendo esa niña traviesa, ahora sería popular o tendría el coraje de decirle a Gabriel que me gusta. No sé, aunque realmente no me importe tanto lo que los demás piensen de mí, me afecta bastante cuando se meten conmigo. Cuando suspiran o cuchichean cada vez que tienen que hacer grupo conmigo… o cuando quedan entre ellos fuera de clase y a mí no me avisan.
¿Quizá sea demasiado severa? ¿Les pareceré aburrida? ¿O es que realmente lo que pasa es que me odian y no quieren saber nada de mí fuera de clase? A veces… no sé, a veces me da la sensación de estar viviendo una película y que realmente no conozco a nadie. Siento que sus vidas avanzan más allá de las clases mientras yo me quedo haciendo deberes, estudiando o entreteniéndome por mí misma.
No sé por qué cuento esto, yo estaba hablando de lo poco responsable que es la gente y de cómo me alivia tener un escape… pero empiezo a pensar que incluso eso es una ilusión.